El mito del toro y el hombre, es anterior a los primeros textos de la mitología. Grafismos y dibujos primitivos así lo indican. El toro bravo, como símbolo del poder enfrentado a la inteligencia y destreza del hombre, ha quedado relegado a la Península Ibérica, sur de Francia y países de América de Sur, que heredaron de los españoles tal ritual. La tauromaquia es un conjunto de reglas y cánones, a los que ha de someterse el hombre para enfrentarse al toro. Un juego geométrico, en el que el torero, con riego de su vida, conduce al toro hasta la muerte.